Recuerdo el año 1991, como si fuera ayer mismo. Entonces el mundo es algo diferente, ni conocemos internet, ni tenemos móviles. Un año antes, ha caído el muro de Berlín y aunque todavía existe la Unión Soviética, el pacto de Varsovia está punto de desaparecer. Los americanos de Bush padre, ganan la primera guerra del golfo, pero dejan en el poder a Sadam Husein.
En nuestro país, aún pagamos en pesetas y el gobierno de Felipe González, se empeña en empeñarnos hasta las cejas, para poner en marcha, el AVE, los Juegos Olímpicos de Barcelona y la Expo de Sevilla al año siguiente.
En el capítulo futbolístico, el Atlético de Madrid, gana la Copa del Rey al Mallorca, con gol en la prórroga de Alfredo Santaelena, sin más extranjeros en sus filas que Futre y Schuster. En la Liga, pese al pichichi de Emilio Butragueño (19 goles), el FC Barcelona de Johan Cruyff se lleva la Liga de calle, seguido por el Atlético de Madrid y el Real Madrid; este orden me suena.
Miguel Indurain después de quedar segundo en la Vuelta tras Melchor Mauri, se escapa cuesta abajo para conseguir su primer Tour de Francia. Arantxa Sánchez Vicario, con al apoyo de su madre en la grada (como ahora, vamos) cae en la final de Roland Garros, frente a Mónica Seles. Y con poca repercusión en España, Ayrton Senna gana su segundo mundial de Fórmula 1 con McLaren.
Asesoría Toledo 25 años.
En cuanto a la cultura, se estrena en nuestros cines (muchos de sala única) el Silencio de los Corderos. Gana el Cervantes Francisco Ayala y el Nobel de Literatura la sudafricana Nadine Gordimer (Jump and Other Stories), en un intento de acabar con el Apartheid todavía reinante, pese a la reciente liberación de Mandela.
Pero sin duda ninguna, en lo que a mí respecta, este año está marcado
por el 5 de marzo. Dicho día, este humilde abogado, abre su despacho. No fue en un garaje al estilo de los informáticos norteamericanos, sino en casa de mis padres, para ser más concretos en mi habitación; detrás de la mesa de mi despacho se veía mi cama, no había sitio para más.
Han pasado 25 años y para mí es un orgullo decir, que todavía perviven con nosotros algunos clientes de aquel entonces. En este período hemos constituido más de seiscientas empresa y autónomos. Hemos dado de alta a más de ocho mil trabajadores; a algunos varias veces, eso sí. Como dato curioso diré, que tengo registrado un trabajador (sin contar extras de hostelería) al que hemos dado de alta en este período 119 veces. También nos hemos visto obligados a preparar despedidos, liquidar empresas, acudir a juicios, conciliaciones, inspecciones etc.
Pero lo que siempre intentamos e intentaremos, es dar el mejor trato y servicio a aquellos y aquellas que depositan su confianza en nosotros. Trasmitiéndoles con ello, la tranquilidad necesaria para que sigan al frente de sus proyectos.
Que al menos por otros 25 años, la fuerza os acompañe.
Muchas felicidades por vuestro 25 aniversario de trayectoria profesional. Seguro que este mundo es algo mejor gracias a tu trabajo bien hecho, junto al de todo tu equipo. Así que no me queda sino daros la enhorabuena y las gracias por vuestra perseverancia.
Un fuerte abrazo a todos, y …
¡que la fuerza os acompañe!.