El pasado 5 de mayo fue la carrera de la mujer en Madrid. Antes había sido en Valencia y todavía quedarán otras seis citas.
No, no he corrido en Madrid, fundamentalmente por dos razones, la primera porque estaba lesionado, pero aunque no lo hubiera estado, tampoco hubiera podido correr por la segunda razón.
Como tampoco hubiera podido correr en Valencia, ni tampoco podré hacerlo en las siguientes citas de Vitoria, Gijón, A Coruña, Sevilla, Zaragoza y Barcelona. Y claro, la razón  es simple, sencilla, salta a la vista, aunque es la que motiva este artículo: No soy una mujer.
Razón como decía de peso, pero que me niego a aceptar. Y me niego, no porque tenga pensada una intervención de cambio de sexo o algo similar, sino porque no me parece justo que se haga una carrera y se haga partiendo de  una discriminación de sexo.
Creo que lo adecuado es que la carrera, más que de la mujer, fuera la carrera por la mujer. Y que en dicha carrera por la mujer, pudiera correr cualquier persona, hombre o mujer, alt@ o baj@, rubi@ o moren@, blanc@ o negr@ o asiátic@, en resumen, cualquier persona por el simple y fundamental hecho de ser persona.
Así mismo, creo que el objetivo es loable, recaudar fondos por una buena causa, pero también creo, que la forma de lanzar el mensaje (en mi humilde opinión) es fallida. Y es fallida, porque se hace desde un plano discriminatorio.
Sí, habrá quien diga, que es una discriminación positiva.
Sí, habrá quien diga, que es una forma de potenciar el deporte entre las mujeres.
Sí, habrá quien diga, que es una forma de que como lo normal es que en una carrera con ambos sexos suele ganar alguien del sexo masculino, pueda ocurrir lo contrario.
Con respecto a la primera cuestión, diré que estoy en contra de todo tipo de discriminación o ultraprotección, todas y todos somos iguales. Repito iguales, por tanto, no hace falta discriminar, porque en esa discriminación, se lanza un mensaje de supuesta inferioridad que en mi opinión está equivocado.
Con respecto a la segunda cuestión, creo que hay muchas otras maneras de potenciar el deporte femenino, maneras y formas, que se tienen casi abandonadas desde primaria, claro que según va nuestra educación no me extraña.
Y con respecto a la tercera cuestión, simplemente, diré que si se admite como válida, también sería admisible,  que como en los maratones actualmente, casi siempre gana un corredor negro, se hiciera un maratón en el que solo compitan corredores blancos o corredores asiáticos.
Es posible y bastante probable, que mucha gente no esté de acuerdo conmigo, e incluso supongo que habrá quien trate de darle la vuelta a mis argumentos y me tache de machista, o incluso racista por el último comentario, cuando lo que promulgo es justo lo contrario.
En cualquier caso, no me gustaría terminar sin hacer la siguiente reflexión, ¿alguien ha pensado que pasaría si se hiciera «La carrera del hombre»?
Que la fuerza os acompañe.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Publicar comentario