De las inocentadas.

Hace apenas unos pocos años, cada 28 de diciembre, todos los medios de comunicación, agudizaban su ingenio,  trataban de sorprendernos colándonos alguna inocentada entre las noticias. Este año, sin embargo, cuesta encontrarlas. No porque no las haya, sino más bien al contrario, porque creo que lo que cuesta es encontrar noticias, entre las inocentadas, que día  tras día, nos han ido dando. Pero me gustaría fijarme especialmente en dos de estas inocentadas, una económica y otra real.

La inocentada económica, la podemos encontrar en la subasta que el jueves pasado hizo el  BCE: 500.000 millones de euros (casi nada). Dinero que tienen que devolver, los bancos,  antes del 29 de enero de 2015, con un tipo de interés del 1 %. Con lo que en principio,  podríamos pensar que los problemas de liquidez de la Banca Europea y Española (las entidades de nuestro país, se llevaron más de un 20 % de ese importe) estarían solucionados y por tanto el crédito volvería a fluir hacia empresas y particulares, con el consiguiente relanzamiento de la economía.

Ahora bien, si esto fuera así, no estaríamos hablando de inocentada. Y si lo definimos como tal, es por la simple razón, de que las entidades financieras con ese dinerito (y el que les van a subastar al mismo tipo en el próximo mes de febrero), comprarán deuda pública, con lo que percibirán al menos un 5%, ganando en la operación el 4% restante. Objetivo real de la subasta, maquillar las primas de riesgo, que el Banco Europeo financie a los países de la zona euro sin financiarlos directamente y de paso SUBVENCIONAR A LA BANCA.

Porque no nos engañemos, si usted o yo, fuéramos los responsables de un entidad financiera, tuviéramos liquidez y nos dieran la opción de prestar el dinero poco a poco a través de nuestras sucursales (diez mil euros para el del bar de la esquina que anda achuchado, seis mil para que mi vecina cambie el coche que se le cae a trozos o treinta mil euros que necesita la empresa donde trabaja mi primo para no cerrar) con la incertidumbre en los cobros que llevarían aparejadas esas operaciones (y que conste que no desconfío  del bar de la esquina, de mi vecina o de la empresa donde trabaja mi primo) o comprar Letras del Tesoro, con la garantía del Estado y la simpleza de apretar a un botón (sin recibir al del bar de la esquina, hacer un informe sobre su situación, un estudio económico, pasarlo al comité de riesgos, etc.) creo que no tendríamos ninguna duda.

En lo que respecta a la inocentada real, considero que no puede ser otra, que el desglose presupuestario de la Casa de Su Majestad el Rey. Con todos los respetos que merece la institución, no podemos tachar más que de inocentada, que hayan tenido que esperar a ver al “yernísimo”, circulando por internet en distintas fotos con traje de presidiario o sustituyendo el rostro de “El Lute” flanqueado por dos miembros de la Guardia Civil, para hacer público tal documento. 

Así mismo, podríamos considerar como una reinocentada (una inocentada, dentro la propia inocentada) que la Casa Real, niegue que dicha publicación, tenga relación alguna con el “caso Urdangarín”. Con lo que habremos de creer, que la mencionada publicación para 2011, estaba programada desde la coronación de Su Majestad, en noviembre de 1975.

Y no estaría de más, siempre con el máximo respeto a tan Regia Institución, que nos creyéramos, que fue un simple descuido, que desde el año 2006, en que la Casa Real tuvo conocimiento de los “asuntillos” de Su Alteza Don Iñaki (igual ya no es Su Alteza, no lo sé), en que le “pasaportaron” a Washington, esperaran a diciembre de 2011, para sacar una nota tachando su conducta de poco ejemplar.

Y es que como vemos, son malos tiempos hasta para Los Reyes. Unos con estos líos, otro esperando al Cholo Simeone (me quedo o me voy) y los otros, los Magos, que van a venir casi de vacío este año, puesto que hasta el carbón está caro.

Con lo que esperaremos impacientes al Consejo de Ministros de mañana, por si nos tratan de deslizar alguna nueva inocentada. Aunque creo que la inocentada gorda, la de verdad, será en marzo, con los Presupuestos nuevos de 2012, los auténticos, no los de mañana, que serán de mentirijilla. Porque, claro, el hecho de que se espere a marzo para que hayan pasado las Elecciones en Andalucía, no es una inocentada, sino un simple casualidad. Feliz e inocente 2012 para todos. Que la fuerza os acompañe.