Normalmente la gente de bien, habla de los tipos de vinos, en especial de los mejores, a los que se suele dar incluso premios. Hemos de recordar sin ir más lejos, la Medalla de Oro Gran Selección que recibió el Viña Sacedón en 1997, como mejor tinto joven de Castilla-La Mancha (siempre que se pueda hay que barrer para casa).
Pero no suele recordarse, ni darse premios alguno a los peores vinos. Peores vinos, que aunque no lo sepamos, son muy conocidos por todos, en especial los tres peores.
Uno de esos tres peores vinos del mundo, es el que tenemos que bebernos todos los españoles, con la reforma financiera que el día 2 de febrero, anunció el antiguo responsable para España de Lehman Brothers ¿les suena? Si el Banco de Estados Unidos que quebró y que dio el pistoletazo de salida a la crisis en que estamos sumidos y que atisba su final allá para el 2028 o 2030.
Pues bien, este vino, con poso amargo y con muy mal comportamiento en nariz es el que nuestro querido Ministro de Economía, (que era el citado “responsable” de la magna entidad estadounidense, cuando “cascó”), nos ha presentado a bombo y platillo con la reforma financiera, tratando de hacernos ver que no íbamos a tener que rascarnos el bolsillo para ello.
O sea que “Lacuenta” que se así se llama el citado vino, no iba a aparecer por ningún sitio y que ninguno iba a tener que hacerse el disimulado, correr hacia el baño, simulando un ataque repentino de pis o echarse mano a la cartera con cierta lentitud, cuando aparece el ya citado “vinolacuenta”.
Porque por mucho que nos hagan creer, por mucho que trate de tomarnos por “mediotolis”, no podemos entender que se vayan a emitir 6.000 millones de euros de deuda pública para financiar la reestructuración financiera y que eso no nos va a costar ni un euro.
¿Esa Deuda Pública no tiene intereses? ¿Esa Deuda Pública y aumento de riesgo que asume el Estado no pondrá más en jaque la calificación de España? ¿Los avales que el Estado da a las entidades financieras para que se fusionen, para sus previsiones son gratis?¿Si tenemos otro caso como el su antigua empresa, y quiebra alguna entidad, quien va a devolver al Estado el dinero prestado?
Eso sí, nos hemos quedado más tranquilos, cuando ha dicho el señor De Guindos, que no tendrá ningún impacto en el déficit público. Vamos que los intereses de esa Deuda y el aumento que la prima de riesgo tendrá a largo plazo (que lo tendrá) por esta y otras acciones parecidas, son calderilla.
Nos tranquiliza saber, que donde hay que recortar es en Educación, en Sanidad, en las Pensiones, etc. Ahí es donde está la chicha en el Sector Financiero, nada de nada, “chatarreja”
¿Por qué, cuantas pensiones se pagan con los 15.000 millones del Frob, más los 20.000 millones que se llevó solo la Cam, más todos los que se han metido ya en sanear el sector? Pecata minuta, El sector financiero ha de estar saneado, que al fin y al cabo sus directivos han de cobrar religiosamente su “exiguos salarios”:
Bankia, Rodrigo Rato: 2,34 millones de euros + variable.
Banco de Valencia y Bancaja, José Luis Olivas: 1,62 millones de euros.
CaixaCatalunya, Adolfo Tordó, 1,5 millones de euros,
NovaCaixagalcia, José María Castellano, 0,9 millones de euros.
Por citar solo cuatro ejemplos de los “responsables” (no sé porque cuando uso la palabra responsable para hablar de estas y otras entidades, se me van los dedos a las comillas) de cuatro entidades financieras donde se tuvo que meter dinero público el año pasado.
Nos consolaremos, con pensar, que al menos yo hoy no he tenido que saborear otro de los peores vinos: el “lasuegra”. Vino este cabezón, amargo y de persistencia en el paladar, en especial cuando uno llega a casa cansado y tu mujer te recibe con el: Vino la suegra.
Porque el tercer peor vino, por razón de edad, ya me pilla algo lejano, el legendario “nole”. Vino joven, pero de carácter, que se suele dar principalmente, cuando uno anda haciendo por ahí “sus guarrerías” a salto de mata, en coches, bosques, pajares y demás “oscuros” y termina hablando con un amigo ante una copa de whisky con la amargura de decirle “no le vino”. Que la fuerza os acompañe.