El Cosmos es también tu hogar
No lo dudes nunca
En el firmamento habrá un sitio para todos
Vivirás tus sueños porque el hombre vencerá
ya sabes, no estás solo
ven, vamos a volar
Este es el tiempo del cambio,
el futuro se puede tocar.

Estoy seguro que cuando veíamos aquellas imágenes de los Vigilantes de la Playa con Pamela Anderson, Yasmine Bleeth, Jeremy Jackson o David Hasselhof, ninguno pensábamos que su profesión desaparecería. Pues bien, entre otros, el Ayuntamiento de Torrevieja, ha anunciado que este verano contará con un equipo de drones, para hacer las funciones de socorristas de la playa.

Aunque tengo la impresión de que cuando “estás en esas”, lo que quieres es que te rescaten; es evidente, que no tiene comparación el hecho de que nos rescate un mini-helicóptero con un “flotadorcillo” a que lo haga una persona de carne y hueso. Pero también es evidente el ahorro económico de esta iniciativa.

Watson IBM

Watson IBM

Otro claro ejemplo es IBM Watson, un sistema de Inteligencia Artificial con una inversión de cerca de 1.000 millones de dólares. Cuenta con alrededor de 80.000 desarrolladores, diseñando, produciendo e implantando aplicaciones para esta tecnología.

¿Qué para qué sirve? Lo mismo para un roto que para un descosido. En el mundo de la Medicina, un día suplantarán al facultativo en algunas de sus áreas (ojo algunas, no todas). Iremos al médico para contarle que tenemos unas anginas, mostraremos nuestra campanilla a la cámara de nuestro Smartphone y de inmediato nos mandarán la ración de amoxicilina necesaria para su cura.

En la abogacía, es innegable la capacidad de un ordenador que poco a poco va aprendiendo e interactuando con los humanos, para poder buscar, aplicar y sintetizar, sentencias, legislación, etc. Sustituyendo o asistiendo al profesional, con lo que el abogado biónico está a la vuelta de la esquina.

Me hacen sentirme pequeño aquí,
impotente y sin salvación
y sé que pensar en un orden nuestro
es utópico y de ciencia ficción.
Pero hay que cambiar el sistema,
entramos en la cuenta atrás.
Si no ponemos remedio
el ser humano nunca vencerá.

Desaparecerá nuestra profesión, es evidente que no. A un humano, siempre le gustará interactuar con otro humano; por muy perfeccionada que esté una máquina, hay rasgos que nunca tendrá.

Por tanto, ahí tenemos ese remedio para que venza el ser humano y con ellos el abogado de carne y hueso. Será en solitario o será manera biónica (asistido por la robótica), pero nuestra ventaja competitiva sobre la máquina es clara: la Propia Humanidad.

Hay veces que la ocultamos o que incluso la perdemos, pero es un rasgo que como decía, una máquina nunca podrá tener. Nosotros sí, debemos y tenemos que tener esa capacidad de empatizar con quien tenemos delante, de compartir sus sentimientos. El olvidarnos de perjuicios, de tonterías, de usar lenguajes que solo nosotros entendemos, como el “abogadés” tan en boga con o sin toga.

En resumen, el darnos cuenta de que todos somos iguales y de que tenemos que identificarnos emocionalmente los unos con los otros y en especial los profesionales, con ese cliente al que estamos atendiendo.

Que la fuerza os acompañe.

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