Cuando aumenta el precio y baja el servicio, se consume menos. La traslación es simple, aumentan los impuestos y se recorta el Estado del Bienestar, con lo que aumenta el dinero negro, el legendario B, o al menos las ganas de no pagar IVA, escaquearse en la Renta, etc.
La solución que filtran nuestros políticos es de risa, contarnos historietas sobre eliminar los billetes de 500 euros. Sin embargo, la solución, es tan conocida como inaplicada desde hace muchísimos años. Es doble, la razón de la sinrazón, por un lado la falta de coordinación entre Estados, (debería ser una acción conjunta de casi todos, para evitar “corrimientos de capital”) y por otro lado y sobre todas las cosas, la falta total de voluntad real de aplicarla.
Y claro, porque no hay intención, no solo en España, sino en ningún país, porque la no existencia del dinero negro, en sí misma, sería un golpe casi mortal a la corrupción. Y no hay que ser muy listo, para saber que con la corrupción, perdemos todos, pero ganan los más poderosos.
La corrupción, es una especie de atajo en los derechos. Todos somos iguales, pero si yo tengo ese comodín del público, esa capacidad de corromper y por tanto puedo conseguir mejores médicos para mí y mi familia, puedo librarme de ir a la cárcel (no estoy hablando de la Infanta, que esa es una corrupción además de real, legal, consentida y alabada por una gran mayoría), o puedo hacer una fábrica o 3500 adosados en mitad de un parque natural, ¿qué interés puedo tener en que termine esa capacidad? O más fácil, si yo, que soy el político de turno, que ha de poner los medios para acabar con la corrupción, he de dejar de “ensobrarme” y además no voy a poder colocar a mi primo, a mi amigo o a mi cuñado o no voy a poder hacerme con un dinerito en Suiza ¿qué interés puedo tener en acabar con esto?
Para ser sincero, he de decir que existe otro problema, el de la financiación. La moneda se usa y se ha usado siempre, como modo de financiación de los países. Es muy simple, yo me gasto unos céntimos en imprimir papel y a cambio, recibo de los países menos desarrollados que yo, sus cosechas, su madera, sus minerales y sus mejores recursos humanos. De esto USA, está dando lecciones al mundo, claro que algún día, no muy lejano, esto se volverá en su contra y con ello en la de todos.
No he indicado la solución, aunque creo que es fácil de entender, el dinero de colores o dinero con fecha de caducidad. Cada cinco años, todo hijo de vecino debería pasar por el banco a cambiar sus billetitos. Cambio que quedaría registrado, así como el origen de ese dinero. Y a partir del 1 de enero, todos los billetes serían por ejemplo rosas, con una fecha de caducidad de cinco años. Que consumidos, obligarían a repetir la operación, pasando a ser azules, previo cambio de billetes, registrado y justificado. Nadie querría dinero de origen turbio, puesto que caducaría y solo valdrían para empapelar la caseta del perro.
¿Lo veremos esto algún día? lo dudo puesto que como hemos visto, no interesa.
Que la fuerza os acompañe.