Alfonso, gerente de Alseguros, al que conocimos la semana pasaba en su lucha con la tesorería de la empresa, tenía ya cubierta esa área tan importante de su negocio. Había contactado con un despacho profesional, el cual había preparado una contabilidad específica para él, con un cuadro de mando y una planificación anual, para evitarle tensiones de tesorería y poder anticiparse a ellas.
No, no era la pulga de Benito, Alseguros seguía ingresando lo mismo y seguía teniendo los mismos gastos, pero ahora tenía algo fundamental: datos. Datos en los que basar decisiones, datos en los que fundamentar una estrategia y ver que decisiones tácticas seguir. Para evitar estar reaccionando de manera constante.
Si tienes una empresa estarás conmigo que una de las cosas que más desgasta en el día a día, es el estar reaccionando constantemente. El estar como ese hombre del circo que tiene cincuenta platos dando vueltas sobre los alambras y va corriendo de un plato a otro, para que sigan girando y no caigan.
Detrás de un día viene otro y es posible que venga con un nuevo plato dando vueltas bajo el brazo. De tal modo, que parece que nunca hay tiempo para pararse y ver que platos son los que interesa dejar caer o en su defecto dejar que otros les den vueltas (empleados, colaboradores externos, subcontratas, etc.).
Igual cuando te hablo de cuando de mando, pienses en algo muy complicado y que necesitas un programa informático específico. Nada de eso, más bien al contrario. Un cuadro de mando para controlar tu empresa, debe ser lo más simple y sencillo posible y se puede llevar desde en un folio hecho a mano, hasta una aplicación de “business intelligence” como Power BI.
Lo más importante de dicho cuadro, es que los resultados que tengas ahí, sean los que necesitas para conocer cómo va tu empresa y a que distancia está de donde la quieres llevar.
Si todavía no lo tienes desarrollado, no te preocupes, no es tarde. Ponte manos a la obra, una nueva década asoma. Escribe tus objetivos para 2020, elabora tu plan de acción, plásmalo por escrito y hazte un cuadro de mando para llegar a él.
Si quieres que lo hagamos juntos, ya sabes contacta conmigo y con mucho gusto, trabajaremos codo a codo, para dar un nuevo impulso a tu empresa. Que la fuerza te acompañe.