Hace poco tiempo un cliente me decía:
¿Cómo voy a planificar mi tesorería a final de año, si no se si voy a poder pagar el IVA el mes que viene?
Visto así, dirás que razón no le falta. Pero si miras escarbas un poco detrás de la frase, verás que uno de los problemas que tiene es ese.
La falta de planificación hace que muchas empresas, tengan problemas de tesorería a corto plazo.
Pero ¿por qué existe esa falta de planificación?
En mi opinión, muchas veces por desconocimiento. Así el empresario no conoce sus cuentas. Cree que controla su empresa, porque va viendo los ingresos y gastos (que pasan por sus manos) y mira las cuentas bancarias.
Es lo que podríamos llamar el método submarino. Saca el periscopio de vez en cuando y mira que hay por ahí.
¿Qué pasa si gestionas de esta forma tu tesorería?
Pues que tan solo tienes una foto de el momento exacto en el que sacas el periscopio, pero te pierdes todo lo demás.
Así si te viene un barco por la derecha y otro por la izquierda a la vez (el IVA y el pago a un proveedor) y se te junta con un torpedo (un cliente que deja de pagarte), la estabilidad de tu submarino se puede ver comprometida de tal manera, que pueda incluso poner en riesgo su supervivencia.
Y esto ¿Cómo se puede arreglar?
Con una hoja de ruta que tenga al menos los siguientes puntos:
a) Poner «negro sobre blanco» todas los ingresos y gastos reales de la empresa.
b) Adaptar la contabilidad de la empresa y que refleje fielmente lo indicado en el punto a).
c) Elaborar un presupuesto de carácter anual y un cuadro de mando que nos permita llevar un seguimiento de la tesorería, de manera desatendida.
Como puedes observar he remarcado «desatendida», puesto esto es algo que a ti, como empresario no te debe ocupar tiempo. Puesto que tu tiempo es lo más valioso que tienes.
Si quieres que te ayude a poner en marcha esta hoja de ruta, contacta conmigo y verás como cambia tu forma de ver tu tesorería y como relacionarte con los números de tu empresa.