Oye que sin comerlo ni beberlo, estamos ya de “blasfraideis, turronacos, salsilvestres y vermuses varios”.
Vamos que en un pestañeo el año se va al carajo.
Supongo que, si me lees de vez en cuando o de cuando en vez, habrás hecho tus deberes empresariales. Esto es:
- Habrás revisado tu contabilidad mes a mes.
- Habrás preparado el cierre fiscal de este año, para evitar “sorpres” en enero y julio.
- Habrás preparado el presupuesto de 2023.
- Habrás preparado tu plan de tesorería para 2023.
- Habrás dado un repaso a tu plan de precios para 2023.
- Habrás repasado y despachado con tu equipo sus prioridades, las tuyas y las de tu empresa.
- Habrás preparado el plan de marketing para el año 2023.
- Habrás visto las áreas de mejora en la transformación digital y tendrás todo listo para asaltar el nuevo paso en la misma. Incluso con una nueva web, que jubile la que tienes del 1&1, desde hace 17 años
- Estarás dando una nueva vuelta de tuerca a los procesos y procedimientos de tu empresa.
- Incluso te habrás atrevido a implantar un ERP o un CRM al abrigo del Kit Digital.
- Tendrás vista una nueva máquina para cambiar esa que hace perder tiempo a tu equipo o ese viejo ordenador con Windows 2000, que se engancha cada hora.
- Estarás investigando nuevos mercados.
- Habrás visto y estudiado las opciones de financiación si te son necesaria o de pago de dividendos o incluso de sucesión empresarial si eres “adelantaillo”.
Todo ello y algo que se me puede haber olvidado, con una “sonriseja” y sin agobiarte en ningún momento.
Tormenta de ideas Foto de Per Lööv en Unsplash
- ¿Qué no?
- No me mates tronco.
- ¿Qué no has hecho ni la mitad o que no sabes por dónde empezar?
No te agobies, cuenta hasta diez, desconecta el móvil, pon un cartel en la puerta y que no te moleste ni el Tato.
Mira a tu alrededor y haz una lista con todos los puntos indicados y alguno más que se me haya pasado.
Coge un folio y pon el primer punto en el medio, hazle un círculo (como si fuera un bocadillo de los tebeos) y ve sacando líneas hacía los lados y anotando todo lo que se te ocurre.
Cuando hayas terminado con el capítulo de la contabilidad, líate con el siguiente y así hoja tras hoja.
Seguro que cuando acabes verás tu empresa de otra forma y tendrás un plan de acción.
Si tienes dudas por donde empezar, un consejo, siempre lo más importante son “los cuartos” y luego las ventas.
Y si sigues teniendo dudas, ya sabes contacta conmigo que juntos daremos una vuelta a tu empresa y por difícil que te parezca la haremos rentable, manejable y no te llevará la vida en ello.
Que la fuerza te acompañe.