30 años y parece que fue ayer. Ahora estamos en mitad de la guerra con el coronavirus y por aquél entonces estábamos en mitad de la Primera Guerra del Golfo. Vivía en Sacedón y trabajaba como administrativo en una empresa de construcción, pero la idea me venía rondando la cabeza. Y así un día como si fuera el protagonista de aquel vídeo de Toni Nievas me decidí:
- Voy a ser AUTÓNOMO.
En mi casa, al contrario de lo que le pasaba al genial Toni en su vídeo, me apoyaron en todo momento. Por lo que tan solo faltaba dar el paso. Para ello cogí una hoja A3 e hice un esquema con los pros y lo contras de dar el paso y me decidí.
- En cuanto acabe la guerra me lanzo.
Así el día 28 de febrero de 1991 el gobierno de Saddam Hussein ser rindió y el 3 de marzo aceptó las condiciones expuestas por las Naciones Unidas, decretándose el fin de la Guerra. Con lo que el día 4 de marzo, pasé a engrosar la lista de desempleados de este país y en la oficina del INEM de Cifuentes, con la inestimable ayuda del funcionario turno que allí se encontraba, solicité la capitalización del desempleo.
Con lo que el día 5 de marzo, causé alta en el glorioso mundo de los autónomos, considerándose por tanto como la fecha oficial de la creación de Asesoría Toledo.
Mucho ha cambiado el mundo desde entonces, sin ir más lejos la comunicación en remoto se hacía por Fax o por un programa que se llamaba Procom y que iba literalmente a pedales, puesto que en el mejor de los casos se obtenían unos 2400 bits, cuando ahora lo normal son 40.000 Megabits.
Sin embargo, en estos 30 años, si que puedo decir que si algo no ha cambiado en mi empresa ha sido el afán por ayudar a nuestros clientes y darles el mejor servicio dentro de nuestras posibilidades. Seguramente no siempre lo hayamos conseguido. Si he de reconocer que en estos 30 años nos hemos equivocado, como es evidente. Pero siempre que ha sido así, hemos asumido nuestros errores y la responsabilidad que emana de los mismos. Puesto que eso forma parte de nuestra identidad y de la tranquilidad que transmitimos a nuestros clientes.
Solo deseo que pueda mandarte esta misma misiva en marzo de 2.051.
Que la fuerza te acompañe por otros treinta años más.