Y llegado el oportuno momento me dijeron:
– Te tienes que disfrazar de Jon Snow.
Y como es evidente, me planté el traje negro con la capa de piel.
La respuesta es sí, porque me supongo que te estás preguntado, que pasó con el pelo, pues si,
me puse una peluca.
¿Por qué?
Porque el objetivo final es pasarlo bien, disfrutar y hacer disfrutar a los demás.
Ya sabes medio mundo hace el tonto y el otro medio le mira.
Mi consejo, siempre que puedas se del medio mundo que hace el tonto.
Y para ser ese medio mundo, que mejor que unas fiestas.
Y más este año, en volvemos a tenerlas, después de haber perdido dos.
Dos años de Peñas, Charangas, Verbenas, Encierros, Toros, Chiringuitos, Fuegos, Caldereta,
risas, jolgorio, algún que otro desmadre y misas y procesiones.
Y a cambio hemos tenido dos años de mascarillas, “resistirés”, aplausos, aplastamiento de
curvas, toses, entierros y lloros.
Dos años que, nos pongamos como nos pongamos, no vamos a recuperar.
Por tanto, en este 2022, por si acaso las moscas y por si le da a este virus por volver a enredar,
al del mono, al de la cabra, al volcán, a la guerra o a los marcianos, que vengan pasado
mañana, hay que aprovechar.
Momento «tioJavi» haciendo de Jon Snow
Ponte el traje negro, la capa de piel y la peluca y sal más que nunca.
Líate a dar abrazos, besos, a decir “tontás” pasar lo pasado (sin olvidarlo, pero pasarlo) y
disfrutar como si fuera las últimas fiestas de Sacedón de tu vida.
Y así, cuando llegue el otoño y empiece a caerse otra vez el mundo el mundo (que no se
caerá), que te pille habiendo “bailao to lo bailable” y habiendo “disfrutao to lo disfrutable”.
Ya seas alto o bajo, rico o pobre, nacido aquí o allá, rubio o moreno, guapo o feo, sabes qué en
Sacedón, serás bien recibido.
Porque Sacedón es un claro ejemplo de resiliencia. Toma palabreja eh.
¿Qué significa?
Que es un pueblo cuyas gentes tienen una gran capacidad para superar circunstancias
adversas.
¿Qué os dedicáis a la agricultura?
Os enguachinamos las tierras.
¿Qué os dedicáis al turismo?
Nos llevamos el agua.
¿Qué hacer ante ello?
Lo de siempre, apretar los puños, mirar hacia adelante, seguir luchando y el próximo día 26,
ponernos la ropa de Jon Snow.
Que la fuerza te acompañe.