Finaliza el tercer trimestre del año y enfilamos el inexorable camino hacia el invierno. No sin antes pasar por los en muchas ocasiones desagradables “IVAS y venías” de octubre. Aunque supongo que ya sabes que los impuestos “son menos” con una adecuada planificación fiscal, contable y sobre todo estratégica.
Salió publicada esta semana la orden que regula la nueva prórroga hasta el próximo 28 de febrero, de los Ceses de Actividad de los Trabajadores Autónomos (CATAS) y los nuevos ERTES.
Si quieres más información al respecto, en mi canal de YouTube puedes ver unos vídeos que hemos hecho al efecto.
Volveremos al final sobre ambas cuestiones, pero para “ponerte en canción” que decía mi abuelo, te contaré la historia de Juanito el Pavo. Juanito era un pavo que vivía en una granja y que cada día esperaba ansioso que llegara el granjero a echarle la comida.
Como buen pavo que era, Juanito se “pavoneaba” ante las gallinas, que todos los días tenían que sufrir el parto de poner huevos, para que el granjero se los llevara, sin embargo, la misión de Juanito en la vida era comer y pavonearse.
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Las gallinas ya habían conocido a más Juanitos que al cabo del tiempo desaparecían sin dejar rastro. Pero Juanito estaba tranquilo, las gallinas eran envidiosas y agoreras y por eso andaban inventando chismes sobre donde iban o no esos otros Juanitos.
Un día trajo a otro, una semana a otra y un mes a otro, sin que nada aparentemente cambiara.
Juanito seguía confiado en su forma de vida, siempre había sido así y siempre le había ido bien.
Habían pasado ya tres inviernos y tres veranos y no le había faltado de nada, sin que tener nunca que hacer nada.
La vida era maravilla para un pavo como él, la vida de los pavos era así. Y así fue durante 999 días, hasta que justo cuando iba a llegar el día 1000, un día antes de Navidad, el granjero en lugar de llevar comida para Juanito, se llevó a Juanito de comida.
¿Te suena la historia?
Veo muchas veces situaciones similares, con la única salvedad que los “Juanitos empresarios”, trabajan “un huevo”. Pero casi siempre lo hacen para intentar continuar como están, para que la cosa cambie lo menos posible.
Hasta que algún día, quizá antes de Navidad o quizá antes de la primavera, llegue Amazon, el COVID, Uber o un nuevo negocio y se los lleven de comida o pasen de ser negocios prósperos o empresas de supervivencia a costa de horas, sofocos y “maldormires”. Te haré un spoiler, hay dos tipos de empresas, a las que esto les ha pasado y a las que les va a pasar.
– Pedro, igual tienes razón, pero ¿por dónde empiezo?
Pues me gustaría que te hicieras al menos estas preguntas.
Si tu empresa sigue estando en ERTE o tu mismo en un CATA ¿has pensado, has estudiado y has planificado que pasará cuando esto termine?
¿Tienes ya tu presupuesto y plan de acción para 2022?
¿Sabes que está haciendo al respecto tu competencia al respecto?
Si necesitas ayuda, tanto con estas preguntas, como con sus respuestas, búscame.
Que la fuerza te acompañe.