Sun Tzu hablaba ya en El Arte de la Guerra, allá por el siglo IV antes de Cristo, que una de las mejores maneras de vencer, era llevar al enemigo a terreno pantanoso. He de decir al respecto, que los de Sacedón, nos empeñamos en ello de manera continua y reiterada. No obstante, tanto el trasvase, como nuestros políticos, nos lo ponen muy difícil, no dejándonos otra salida que la Independencia.
El resultado del referéndum en Escocia, ha sido un bofetón para nuestros intereses. Y eso que nuestros hermanos independentistas escoces, no tienen tras de sí el aroma a chorizo (perdón espetec) andorrano, de nuestros hermanos independentistas catalanes.
En el pueblo, todos estamos locos porque se celebre la consulta del día 9 de noviembre y porque esta resulte un éxito. Con decir, que somos todos del Madrid (bueno alguna oveja negra hay del Barça y hasta del “patético”) y aun así se han visto pancartas de “Aupa Piqué´”.
Si todo sale conforme a nuestros intereses, nuestros hermanos independentistas de Euskadi, serían los siguientes y nosotros trataríamos de meternos antes de los gallegos.
Sea como fuere, todos los sacedonitas, tenemos claro lo que ganaríamos con la creación de la República Independiente de Sacedón.
Económicamente sería un auténtico pelotazo. Nos amenazarán con echarnos del Euro, pero peor con él, no vamos a estar sin él. Con respecto al sector turístico, sería la bomba, a todo el mundo le apetecerá ir a veranear a la playa de otro país, cuando España esté aislada por la cuarentena del Ébola.
Playa con “agüita” hasta arriba, porque evidentemente la regulación del agua que sale de Entrepeñas y Buendía, serían asumidas por el gobierno de nuestra República, con lo que ya se pueden olvidar en Murcia de regar campos de golf con nuestra agua.
Tampoco nos costaría mucho, exigir una indemnización al estado español (o a lo que quede de él, después de la desmembración de estados y el Ébola), por la cercanía de Trillo a nuestro país.
El siguiente paso, sería llegar a un tipo de concierto con el gobierno de los Estados Unidos, para que nos dejaran un portaaviones en desuso. Lo plantaríamos en mitad del pantano, para tener el primer Aeropuerto Internacional de la Alcarria Independiente. Por supuesto con un vuelo directo a Ginebra, por si nos apetece un “Barcenas”.
Con nuestro nuevo sistema fiscal, podríamos crear un sistema de tarjetas opacas, para que no solo los sindicalistas se pudieran pulir 13.000 euros al mes en El Corte Inglés.
En el ámbito deportivo, viendo lo poco que ha tardado la UEFA en admitir a Gibraltar, como no nos iba a admitir a nosotros. Con lo que igual veríamos un Sacedón-España en el Municipal de la Resaca y según está Casillas, todo es posible.
Iker lloroso encajando un gol en el Sacedón-España
Tampoco tendríamos problemas en que nuestra Ministra de Sanidad, supiera lo que cuesta un cumpleaños (no hay tantos sitios para celebrarlos). Ministra que tan solo tendría que hacer un copy-paste del protocolo de seguridad infecto contagioso del estado español, puesto que para llevar trajes “rabicortos” o pegados con cinta de carrocero, en las peñas durante las fiestas, nos apañamos de maravilla.
Seguiremos dándole vueltas a la cabeza, para retocar la historia a nuestro antojo, hablando del hecho diferencial sacedonita. Porque para hablar de maltrato, con mirar el pantano, tenemos más que suficiente.
Que la fuerza os acompañe.