Lo reconozco hay veces que me da «la perezosa».
Si «la perezosa» ya sabes, esa sensación de apatía, en la que vas a hacer lo que tienes planificado y zash, como que no tienes ganas.
Entonces dices, pues hago esto otro y zash, como que tampoco tienes ganas.
Y así una y otra vez, hasta que algo te despierta de ese «sopor perezoso», lo superas y entonces te sientes el puto amo del mundo.
Sin ir más lejos, hoy Viernes Santo, me he levantado con la perezosa.
Iba a salir con la bici con unos amigos y como que no molaba.
Photo by Flo Karr on Unsplash
Pues me voy a correr, como que tampoco.
Me pongo a leer, no me apetece.
Me pongo a trabajar, ufff es fiesta.
En ese momento, uno de los amigos me manda un WhatsApp para que coja la bici.
Entonces me cambio, cogemos la bici y nos metemos 75 kms con la mejor media del año.
Por lo que cuando estamos tomando «la cerve de después», me sentía el puto amo del mundo.
Y tu ¿Cuántas veces has sentido la perezosa en el día a día en tu empresa?
Y tu ¿Cuántas veces la has superado y te has sentido el puto amo del mundo?
Y tu ¿Cómo tienes organizado tu día a día en tu trabajo, para evitar que te de la perezosa?
Que la fuerza te acompañe.