Blog de Pedro ToledoPhoto by Flo Karr on Unsplash

Lo reconozco hay veces que me da «la perezosa».

Si «la perezosa» ya sabes, esa sensación de apatía, en la que vas a hacer lo que tienes planificado y zash, como que no tienes ganas.

Entonces dices, pues hago esto otro y zash, como que tampoco tienes ganas.

Y así una y otra vez, hasta que algo te despierta de ese «sopor perezoso», lo superas y entonces te sientes el puto amo del mundo.

Sin ir más lejos, hoy Viernes Santo, me he levantado con la perezosa.

Iba a salir con la bici con unos amigos y como que no molaba.

Photo by Flo Karr on Unsplash

Photo by Flo Karr on Unsplash

Pues me voy a correr, como que tampoco.

Me pongo a leer, no me apetece.

Me pongo a trabajar, ufff es fiesta.

En ese momento, uno de los amigos me manda un WhatsApp para que coja la bici.

Entonces me cambio, cogemos la bici y nos metemos 75 kms con la mejor media del año.

Por lo que cuando estamos tomando «la cerve de después», me sentía el puto amo del mundo.

Y tu ¿Cuántas veces has sentido la perezosa en el día a día en tu empresa?

Y tu ¿Cuántas veces la has superado y te has sentido el puto amo del mundo?

Y tu ¿Cómo tienes organizado tu día a día en tu trabajo, para evitar que te de la perezosa?

Que la fuerza te acompañe.