El espejismo de una prima de riesgo moderada, ha dado paso a la cruda realidad. La prima sube, sube y vuelve a subir. Se ha diluido el efecto del billón euros, subastado por el BCE en los meses de enero y febrero.
Pero tratemos de examinar cual es el problema. Tratemos de dilucidar, que pasa o que nos pasa más bien.
Sabemos que la prima de riesgo española, es el diferencial que paga nuestra deuda con la alemana. Esto es, si Alemania para vender su deuda, ha de pagar un tipo de interés del 1.5 % y España, ha de pagar un 5.5 %, se dice que la prima de riesgo tiene un diferencia de 400 puntos básicos, esto es, pagamos un 4 % más, por el dinero que nos prestan.
Pero ¿por qué alguien compra bonos cobrando un 1.5 % cuando otros te pagan el 5.5 %? La respuesta es clara, por la incertidumbre de cobrar en su vencimiento. Cercano está el ejemplo de Grecia, que ha necesitado un rescate con “quitas” cercanas al 60 o 70 % (y lo que te rondaré morena). Con lo que los mercados, lo que están diciendo es que no se fían de que España pueda devolver ese dinero, no se fían de que podamos necesitar un proceso de rescate similar al de Grecia, Irlanda o Portugal, con lo que no cobrarían (al menos en su totalidad) el dinero que nos han dejado.
Y ahora la pregunta que nos surge es, si no estamos haciendo ajustes encaminados a que nuestros presupuestos sean creíbles, ajustes para que nos vean como “gente de fiar”, que pueden devolver el dinero que se les deja y que por tanto no tengamos que pagar muchísimo más que otros, para que nos dejen las perras.
Y la respuesta que se me ocurre, es que si pero no. Hemos tomado algunas medidas, unas acertadas y otras en mi opinión no tanto. Tanto por el Gobierno anterior, como por éste. Pero hay medidas que nos están exigiendo y que no hemos tomado. Hay medidas encaminadas a reorganizar el caos de Estado que tenemos, con carísimas ineficiencias, medidas, repito que nos hemos siquiera planteado. En palabras de Esperanza Aguirre, una parte de esa reorganización, (solo una parte, puesto que hablaba solo de Comunidades Autónomas, no mencionada Ayuntamientos), podría suponer un ahorro anual de 47.000 millones de euros.
O sea, tenemos una vía de ahorro de ese calado, en palabras de un altísimo cargo del partido en el poder y no lo planteamos siquiera. No, estamos hablando de hacer recortes en Sanidad y Educación, estamos hablando de hacer una amnistía fiscal, de perseguir pagos en efectivo de más de 2.500 euros, de pagar la comida cuando vayamos al hospital, de pagar 1 euro por receta, de aumentar el ratio por alumnos en las aulas, etc.
¿Cuál es el motivo de que esto no se planteé? (de momento, en unos meses no habrá más remedio). La respuesta la tenemos en la segunda parte de lo que dijo Aguirre: si esto se hace, si de verdad, se reestructura desde unos criterios lógicos, de eficacia y de eficiencia nuestro Estado, sobrarían muchos políticos y cargos de confianza. Y además los que sobran, no son cualquiera, no. Son el cuñado, el primo, el amiguete que consiguió los votos para el último congreso, el compy de la Uni, de quien ha de tomar las medidas.
Porque en este país, ser político es una carrera y un arte. Una carrera de por vida, la única carrera en la que no hace falta ninguna capacitación y tampoco hay nunca desempleo. Una carrera, en la que da igual ganar que perder, puesto que todos tienen el arte de vendernos una derrota como una victoria y nosotros somos tan ingenuos que les creemos y les mantenemos el chiringuito.
Como seguimos manteniendo el chiringuito de Mou, Pepe y demás en el Madrid. Pese al 1-4, pese a que al final ganemos la Liga, pese a lo que pese, tengo el pesar de que esta gente, se siga quedando en nuestro Madrid y siga “expidiendo” carnets de madridistas. Me niego, yo soy del Madrid, antes de que esta “gentualla” viniera y lo seguiré siendo cuando ya no estén. Que la fuerza os acompañe.