De verdad que me gustaría hablar de la abdicación de su Majestad y de todo lo que la situación la envuelve. Pero he de confesar, que siempre he creído en la igualdad de todas las personas. Igualdad sin distinción, de sexo, raza, religión, opinión política y por supuesto sin distinción por razón de nacimiento. Por lo que evidentemente, no puedo sostener la validez de un sistema, en el que haya cargos públicos, que solo puedan ser desarrollados por determinados ciudadanos, por razón de su linaje.

Aunque he de confesar, que hay al menos dos cuestiones en la vida, en la que sí que me confieso monárquico hasta la médula. La primera de ellas, es evidentemente, la que desarrollo mientras imparto mis “Master Class” en el Faro o en las Vegas: El MUS (con mayúsculas).

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A este respecto, solo comentaré, que el otro día en “Cuéntame”, rememoraron mi última derrota, allá por el año 1983. Para quien no lo recuerde, simplemente diré, que la vez anterior, salió en el NODO, con el General Franco, felicitando a mis oponentes, por tan insigne logro.

Haré el apunte, de que con los dos párrafos anteriores, queda debidamente acreditado, que también cuento cuando pierdo. De hecho por razón de probabilidad y dado que hace más de 31 años que no pasa, tiene que estar apuntito de ocurrir. De ahí el interés que han mostrado varias televisiones, en trasmitir mis partidas.

Pero pasemos a la segunda cuestión, en la que también soy monárquico: el fútbol. Por aquello de que mi Madrid, también es Real. Para mi desgracia, he de reconocer que esto es así (con un paréntesis del 31 al 41) desde que dicho título fuera dado por el “abuelísimo” Alfonso XIII, allá por el día de San Pedro y San Pablo de 1920. Sin embargo, creo que el hecho de que el Real Madrid, lleve el mencionado “titulillo”, lo que hace realmente es prestigiar a la institución de la que emana. Dicho sea con todos los respetos, pero todo el mundo sabe que lo que se asocia al Real Madrid, se tiene por bueno, aunque no sea el caso.

Sea como fuere, diré que al común de los españoles, estas cuestiones, casi casi, que se la traen al fresco. Me refiero a la abdicación, el mus y el fútbol le importan bastante más.

Esto es, que mi ya legendaria vecina del quinto, pasa de las tramas borbónicas, puesto que tiene bastante con hacer cuentas, para que le llegue con la pensión del abuelo para pagar la hipoteca. Su marido está en el paro y ella tiene un contrato a tiempo parcial, por el que apenas cobra 400 euros. La pobre está pensando, que aunque estemos en junio, el temido septiembre asoma por el horizonte. Septiembre con vuelta al cole, que deberá afrontar, sin haber tenido más vacaciones, que una visita testimonial a las fiestas de su pueblo.

Por suerte, tenemos a la vuelta de la esquina el Mundial de Fútbol y la Reforma Fiscal, que seguramente se “hermanarán” en noticias, para que no nos demos casi cuenta, de la que nos cuelan entre gol y gol.

Que la fuerza os acompañe.