Esta tarde he ido al parque con el abuelo. Él me ha recogido del cole y he soltado la mochila en casa. Primero me han dado la merienda y luego la brasa para que no me ensuciara y sobre todo, para que no rompiera el chándal y que me divirtiera.
Como si el chándal fuera nuevo o el parque divertido. Ropa nueva hace ya 3 años que no tengo, me la pasa mi primo. Y divertirme hace tiempo que casi no lo hago, se  rompió la PSP y no me han comprado otra.
Además, ahora todos los días son iguales, al parque. Antes eran distintos, los lunes tenía inglés y taekwondo, los martes piano y baloncesto, los miércoles otra vez lo del lunes y los jueves lo del martes. Y los viernes más distintos todavía. Los viernes siempre había algún cumpleaños, ahora si me invitan, mi madre dice que no puedo ir, que estoy ocupado. Ocupado en qué, ¿en ir al parque? ¿Y mi cumple?, sólo lo celebro con mi familia. Visitamos el centro comercial, a veces vemos una peli y cenamos. Vaya fiesta. Antes eso lo hacíamos casi todas las semanas.
Y en el “finde» nos íbamos al pueblo, que también teníamos casa o nos marchábamos a ver algún sitio. Yo protestaba porque me hacían madrugar, pero me gustaba. Cenábamos y comíamos por ahí o hacíamos alguna barbacoa en casa.
Sí, barbacoa en casa. Es que antes teníamos jardín y garaje y un BMW. Aquí vivíamos en un chalet y en el pueblo, en la casa de los abuelos, que parecía vieja pero estaba nueva y tenía “pisci». Ahora no, ahora mi madre no invita a nadie a casa. Bueno, la del pueblo me dijeron que era de una caja, por firmar un aval o algo así el abuelo a papá. Y la de aquí de un banco, por la hipoteca. O era al revés. Bueno, ya no son nuestras y por eso los abuelos viven con nosotros.
Vivimos en un piso, los vecinos de arriba hacen ruido, mi “habita» es súper pequeña, mi abuela duerme con mi hermanita y mi abuelo duerme en la litera debajo de mí. Así pasa, que hay noches que parece que pasa el tren de como ronca y otras que pasa el camión de la basura de los pedos que se tira. Eso sí que es divertido, sobre todo cuando los anuncia: “ahí vaaa». 
Como papá y mamá se iban a trabajar todas las mañanas, me llevaba al cole Jacky María. Entonces no estaban siempre tristes y discutiendo. Papá llevaba corbata y mamá se estaba pensando el hacerse un “nosequé» en la barriga. Igual que se hizo algo en las tetas. Al menos eso me dijo el primo, que siempre está con esas cosas. Como si a alguien le importaran las chicas o las tetas de las madres, cuando todo el mundo sabe que lo importante es el fútbol.
Todo el mundo, menos mi padre. Antes veíamos todos los partidos en casa y ahora ni siquiera en el bar. Mi padre dice, que no podemos ir los tres (el abuelo, él y yo) y pasar la tarde con una cerveza. Si yo nunca he probado la cerveza, pedía una “Fanta» y no había problemas. Ahora sí. Vamos, ni me preguntan.
Y si pregunto yo, ni me contestan. Hace tiempo pregunté: ¿Qué es la crisis? Sólo el abuelo me dijo que era lo peor del mundo. Cuando todo el mundo sabe, que lo peor es que se te escape un pis en mitad de clase. Aunque  poco a poco, me voy dando cuenta de que igual no sería tan malo volver a casa con los pantalones meados y que mi vida volviera a ser como antes. 
Que la fuerza os acompañe.
Esta tarde he ido al parque con el abuelo. Él me ha recogido del cole y he soltado la mochila en casa. Primero me han dado la merienda y luego la brasa para que no me ensuciara y sobre todo, para que no rompiera el chándal y que me divirtiera.

Como si el chándal fuera nuevo o el parque divertido. Ropa nueva hace ya 3 años que no tengo, me la pasa mi primo. Y divertirme hace tiempo que casi no lo hago, se  rompió la PSP y no me han comprado otra.

Además, ahora todos los días son iguales, al parque. Antes eran distintos, los lunes tenía inglés y taekwondo, los martes piano y baloncesto, los miércoles otra vez lo del lunes y los jueves lo del martes. Y los viernes más distintos todavía. Los viernes siempre había algún cumpleaños, ahora si me invitan, mi madre dice que no puedo ir, que estoy ocupado. Ocupado en qué, ¿en ir al parque? ¿Y mi cumple?, sólo lo celebro con mi familia. Visitamos el centro comercial, a veces vemos una peli y cenamos. Vaya fiesta. Antes eso lo hacíamos casi todas las semanas.

Y en el “finde» nos íbamos al pueblo, que también teníamos casa o nos marchábamos a ver algún sitio. Yo protestaba porque me hacían madrugar, pero me gustaba. Cenábamos y comíamos por ahí o hacíamos alguna barbacoa en casa.

Sí, barbacoa en casa. Es que antes teníamos jardín y garaje y un BMW. Aquí vivíamos en un chalet y en el pueblo, en la casa de los abuelos, que parecía vieja pero estaba nueva y tenía “pisci». Ahora no, ahora mi madre no invita a nadie a casa. Bueno, la del pueblo me dijeron que era de una caja, por firmar un aval o algo así el abuelo a papá. Y la de aquí de un banco, por la hipoteca. O era al revés. Bueno, ya no son nuestras y por eso los abuelos viven con nosotros.

Vivimos en un piso, los vecinos de arriba hacen ruido, mi “habita» es súper pequeña, mi abuela duerme con mi hermanita y mi abuelo duerme en la litera debajo de mí. Así pasa, que hay noches que parece que pasa el tren de como ronca y otras que pasa el camión de la basura de los pedos que se tira. Eso sí que es divertido, sobre todo cuando los anuncia: “ahí vaaa».

Como papá y mamá se iban a trabajar todas las mañanas, me llevaba al cole Jacky María. Entonces no estaban siempre tristes y discutiendo. Papá llevaba corbata y mamá se estaba pensando el hacerse un “nosequé» en la barriga. Igual que se hizo algo en las tetas. Al menos eso me dijo el primo, que siempre está con esas cosas. Como si a alguien le importaran las chicas o las tetas de las madres, cuando todo el mundo sabe que lo importante es el fútbol.

Todo el mundo, menos mi padre. Antes veíamos todos los partidos en casa y ahora ni siquiera en el bar. Mi padre dice, que no podemos ir los tres (el abuelo, él y yo) y pasar la tarde con una cerveza. Si yo nunca he probado la cerveza, pedía una “Fanta» y no había problemas. Ahora sí. Vamos, ni me preguntan.

Y si pregunto yo, ni me contestan. Hace tiempo pregunté: ¿Qué es la crisis? Sólo el abuelo me dijo que era lo peor del mundo. Cuando todo el mundo sabe, que lo peor es que se te escape un pis en mitad de clase. Aunque  poco a poco, me voy dando cuenta de que igual no sería tan malo volver a casa con los pantalones meados y que mi vida volviera a ser como antes.

Que la fuerza os acompañe.