En casa tenemos dos coches, uno un poco más grande para que entre la bici sin problemas y otro para uso más urbano. La cuestión es que este segundo coche, tiene apenas 70.000 kilómetros, pero cerca de 20 años y está más arrugado que las cuentas del Real Madrid. Por lo que no va a haber más remedio que darle el relevo. Como realmente entiendo poco (o más bien nada de coches) y además soy algo perrote para andar paseando por los concesionarios para que te los enseñen, comencé a trastear por las páginas web para ver lo que quería.Una vez hecho esto, mandé un correo electrónico a los concesionarios con lo que estaba buscando:“Hola, buenos días: Quiero comprar un coche nuevo, no muy grande, que sea automático y con un consumo mínimo, puesto que mi hija hace 170 kilómetros diarios. Mi móvil es 555 678 439 Recibe un cordial saludo y que la fuerza te acompañe” Pues bien, cuál sería mi sorpresa cuando recibí 6 llamadas 6, diciéndome que no podían mandarme el precio del coche por mail, pero que el precio que me daban por teléfono “estaba garantizado”. Pero no paró ahí la cosa:
La conclusión que saqué es que una gran mayoría, no vende coches, simplemente los despacha. Y tu ¿has visto esta situación en algún momento? Aunque no lo sepas ¿crees que en tu empresa puede pasar algo parecido? Y si pasa ¿crees que te enterarías? Que la fuerza te acompañe. |