Y tú ¿eres de Android o de iPhone?
Si eres de Android, he de decirte que desconozco lo que se siente cuando abres un Samsung, un Xiaomí o un Huawei. No sé si la sensación es la misma que cuando recibes un iPhone nuevo.
Todo está cuidado hasta el mínimo detalle. La caja del teléfono con un diseño minimalista y en consonancia con el propio teléfono. Teléfono que aparece a la vista nada más abrirla y se me te por todos los sentidos, si por todos.
Porque ese momento tan especial, tan cuidado, no solo está hecho pensado para que disfrutes abriendo el teléfono, toques la caja, palpes el móvil y lo mires. Sino también para que lo huelas. Si, hasta ahí ha llegado el objetivo de esta marca de satisfacer al cliente, que dispone de unos aromas y fragancias, que pone en las cajas, para que cuando se abran sean percibidos por el feliz portador del Smartphone.
Está demostrado, que el olfato es el sentido que es capaz de evocar nuestras memorias más vívidas. Y eso lo sabe Apple y lo aprovecha en su favor para grabar a fuego en nuestra cabeza la experiencia de estrenar un iPhone. Y es algo que, si es posible debemos hacer nosotros en nuestras empresas, con nuestros productos y/o nuestros servicios.
Aún recuerdo un cliente (lector de este boletín por más señas), que tiene una empresa de artesanía. La verdad es que la empresa funcionaba bastante bien, pero había algo que le impedía despegar.
Se había reunido en varias ocasiones con una gran superficie cuyo nombre empezaba por El y acababa por inglés, y nunca había conseguido que vendieran sus productos. Sin embargo, el hermano de mi cliente, tenía una empresa similar y estaba ahí. De hecho, como la relación entre ellos era buena, había productos que le hacía mi cliente “como marca blanca” para que los vendiera en esos centros. Sin embargo, los de mi cliente, no conseguía pasar el oportuno control de calidad.
Cuando nos reuníamos de manera mensual para repasar las cuentas, me propuse echarle una mano al respecto, ya me había indicado en varias ocasiones su frustración por este hecho. Así que le pedí que me enseñara el proceso de fabricación y manufactura de su producto tipo, sin embargo, no vi nada que me llamara la atención. Pero creía saber por dónde iban los tiros, así que, como ambas empresas tienen página web, al día siguiente pedí el mismo producto (hecho por mi cliente para su hermano) en ambas páginas.
Para empezar ambas páginas web estaban hechas con una tecnología similar (WordPress con Woocommerce) sin embargo, la velocidad de una página y otra no tenían nada que ver. Así la de mi cliente tardaba como 5 o 6 segundos en cargar y la de su hermano no pasaba de 2. Malo, todos sabemos que en internet todos estamos a un click de la competencia, si una página tarda más de dos segundos en cargar “hastaluegoooorrrr”.
Antes de hacer el pedido me sorprendieron los precios. Mi cliente cobraba 30 euros y su hermano 57. Cuando recibí ambos, decidí que pese a ser iguales, me gustaba más el del hermano.
Este seguramente usuario de iPhone, había hecho de la apertura del producto toda una experiencia. Una caja hecha exprofeso para el mismo, que contenía dentro un acolchado de pompas de aire hecho a medida del producto, para evitar su rotura y un pequeño librito perfumado, contando la historia de la empresa, del artículo y su proceso de fabricación.
El de mi cliente, también venía en una caja, pero la misma no estaba customizada. Dentro el producto estaba envuelto en una sábana de pompas de aire sin más.
Cuando nos reunimos y le dije, que estaba prácticamente seguro que lo mismo que había hecho yo, lo había hecho el jefe de compras de ese centro comercial que empieza por El y termina por inglés. Y que ese jefe de compras lo que quiere es que cuando venda ese producto, su comprador, tenga la misma experiencia cliente que tiene el que ha adquirido un iPhone nuevo, con su cajita, con su clip y con ese perfume, que es sin duda el aroma del éxito.
No me resisto a recomendarte un libro al respecto “El Fabricante de Helados” de Subir Chowdhury y a decirte que, si quieres que te ayude con los procesos de trabajo y de venta o con la lucha/dominio de la tecnología, estoy a tu entera disposición.
Que la fuerza te acompañe.