Blog de Pedro ToledoDembélé foto F.C. Barcelona

Tenemos a un trabajador de una empresa, que desde que fue contratado por diversas circunstancias, ha estado más tiempo sin poder trabajar que trabajando.

Ante sus reiterados retrasos, faltas de profesionalidad y otras cuestiones que influían en su rendimiento, la empresa le pone un mayordomo, para que le ayude con sus horarios y su alimentación.

No hace falta decir que lo que la empresa consideraba ayuda, el trabajador lo considera vigilancia, por lo que termina por hacerse imposible la convivencia con el “Bautista” de turno.

Aún así, cuando el trabajador enfila su último año de contrato, parece que se pone las pilas y la empresa decide hacerle el adalid de un nuevo proyecto. De tal forma que incluso el CEO de la entidad le regala los oídos diciéndole que es el mejor del mundo mundial.

El trabajador se viene arriba en banderillas y en lugar de hacer un esfuerzo y renovar a la baja como le pide la entidad piensa:

  • Si soy el mejor del mundo, debo cobrar como tal.

Total, que si no que no, que caiga un chaparrón, que no hay acuerdo que valga. La compañía se pone borde y comienza a acosar al trabajador del modo, que en cualquier otro sector sería inimaginable.

  • “O renueva o a la calle”.
  • “Si no renueva no va a jugar”
  • “Si no cree en el proyecto, no le queremos aquí”
Dembélé foto F.C. Barcelona

Dembélé foto F.C. Barcelona

Igual piensas que digo esto por ser la entidad que es. Nada más lejos de la realidad, lo mismo hizo el Real Madrid hace unos años con David Beckham, ósea que aquí no hay nadie que puede tirar la primera piedra.

El jugador no se achanta y el club le ofrece la carta de libertad a coste cero, pero que si quieres arroz. Nuevas amenazas, pero al final para evitar verse en un proceso aún más costoso, marcha atrás.

El jugador es convocado para su primer partido, después de la movida y es abucheado por todo el estadio.

Como puedes observas es una nefasta gestión de un bien y activo del club. Partimos de la premisa de que el Recurso Humano en cuestión, no es precisamente la Madre Teresa. Pero esto ya se sabía, puesto que vino a este club con actitudes cuanto menos dudosas, en el anterior.

Pero el mayor perjudicado sin duda alguna es el propio Club. No ya por imagen, que también, como por la pérdida de un activo y el mal ambiente que lo rodea todo, como prueban las imágenes filtradas del vestuario con sus compañeros haciéndole el vacío.

En alguna ocasión, he visto con algún cliente una situación similar. Un trabajador que se larga, incluso a montar una empresa que será más o menos competencia de la actual. En estos casos, siempre he aconsejado el solventar rápidamente la situación y conseguir que se extinguiera la relación laboral, para evitar daños colaterales.

Y tú ¿Cómo crees que se debería haber actuado? Que la fuerza te acompañe.

Que la fuerza te acompañe.