Palacio de la Moncloa, un lunes cualquiera del mes de diciembre de 2.012.
El sol se cuela por el amplio ventanal situado a la izquierda del siniestro personaje que despacha con el Presidente. Rajoy está sentado detrás de la mesa de su despacho, haciendo anotaciones en un Sketchook, con una Mont Blanca edición limitada Cervantes. Esa pluma, junto con una noche de pasión, fue el regalo de Viri, cuando ganó las elecciones generales. Es evidente que desde entonces, ha usado mucho la pluma y poco la pasión.
– Cristóbal, vamos a ver qué hacemos con esto. La gente se queja con razón de que tardamos en devolver la Renta. Hasta ahora hemos abierto el plazo para hacerla el 2 de mayo ¿no podemos hacerlo antes?
– Cierto Mariano, la cuestión es que en esa fecha ya ha finalizado el plazo de los impuestos del primer trimestre. Con ello nuestros funcionarios pueden absorber mejor la carga de trabajo de la Renta y los despachos que hacen Rentas también.
Cristóbal Montoro
– Vayamos por partes, que ya sabes qué si me hablas de dos cosas a la vez, empiezo a pensar dos veces en las cosas y veo que las cosas son muy cosas cuando se ven varias veces las partes.
– ¡Para¡, para, para que te lías y te voy a dar la solución hecha.
– Me tranquilizas como siempre. Creía que me ibas a hacer de pensar y deducir, para luego decidir y hace ya tanto de aquello.
– Tranquilo. Te cuento, creo que lo debemos hacer es abrir el plazo para presentar la Renta a primeros de abril. Lanzamos todos nuestros medios de comunicación con ello. Lo vendemos como que es un éxito de gestión, anticipamos las devoluciones, etc. Realmente solo devolvemos unas cien mil rentas en abril y el resto al mismo paso que siempre. Para evitar la carga de trabajo a los funcionarios, hasta mayo no ponemos en marcha nuestro servicio de ayuda y de tramitación.
– Ya, pero, ¿entonces?
– Entonces, los despachos no podrán asumir la carga de trabajo de empezar antes con la Renta. Haremos una gran campaña mediática con las facilidades, etc. resumiendo, banalizaremos la gestión del impuesto, para que cualquiera pueda creerse capacitado para presentarlo. Quién tenga prisa en que le devolvamos (que serán muchos), como no puede ir a un despacho y nosotros no le vamos a ayudar, presentará la renta tal cual, aceptando el borrador sin más. Con lo que lo confirmarán con los errores que siempre metemos en los borradores. Con ello conseguiremos, que paguen de más si el borrador es erróneo a nuestro favor o sancionarles si es nuestra contra. Compensando con creces con esos importes los intereses de esas cien mil rentas devueltas en abril.
– Asimilar todo esto, me llevará una semana. Pero tu ponlo en marcha, otra cosa ¿y si preparamos otra reforma fiscal para decir que bajamos los impuestos, aunque los subamos?
Pese a que se había nublado y ya no entraba el sol por el ventanal, una sonrisa se dibujó en el rostro del Ministros de Hacienda y Administraciones Públicas, don Cristóbal Montoro, mientras su mente pergeñaba la enésima Reforma Fiscal de la democracia.
Que la fuerza os acompañe.