Todos y cada uno de nosotros, tenemos siempre un lado luminoso y otro oscuro. Todos y cada uno de nosotros tenemos faltas por arreglar y heridas en nuestro interior que reclaman su cura. Todos y cada uno de nosotros, somos imperfectos. Ese estado de imperfección es lo que nos hace humanos.
Todos y cada uno de nosotros, tenemos una opinión sobre el rescate, rescatillo, préstamo, crédito, “sogalcuello” o como queramos llamar a lo negociado (¿?) por el gobierno con Europa.
Todos y cada uno de nosotros, en un principio pudimos tener la tentación de echarnos a la calle, ponernos La Roja, desenrollar las banderas dispuestas para la Eurocopa y al grito de “a por ellos”, celebrar el fin de la crisis, con esa especie de “chupinazo sanfirmero” que suponía la “gran concesión”.
Pero, no todo podía ser tan bello. Este préstamo también tiene lado oscuro. El garante final del préstamo es el Estado. Si la banca no paga, ¿quién lo hará? Bingo, ha acertado, usted y yo, la vecina del quinto, el del bar de la esquina, el abuelo y nuestros hijos y nietos.
Almunia, nos dice que es un “negociaco del quince”. Que España va a recibir el dinero al 4,5 % de interés y la banca nos va a pagar el 8,5 % al menos. Y claro que si la banca no paga, nos quedamos con ella. O sea que si la banca no paga, nos quedaremos con el 70 u el 80 % de nada, que al fin y al cabo, es algo indeterminado entre la nada y un mojón de la leche (con perdón).
Rajoy, nos dice que esto es algo tan “requeteguay” y tan divino de la muerte, que no sabe cómo no se hizo antes. Y yo, que además de tener lado oscuro, debo ser medio “toly”, me pregunto ¿Por qué no lo pidió usted antes don Mariano? Desde el año 2008 andamos poniendo paños calientes y ni a usted ni a ninguno de su equipo, les hemos oído antes pidiendo esta “solución”.
Si, es posible que hubiere caído en saco roto, no lo discuto. Al final y al cabo Zapatero, por aquel entonces andaba negando la crisis y sacando pecho porque “tenemos el sistema bancario más fuerte y saneado de Europa y puede que del mundo”. Con lo que se perdió la oportunidad, de haber saneado entonces el sistema financiero español, no con un “rescatejo” como el de ahora, si no con la Deuda Pública que se emitió para los Planes E. Qué tiempos aquellos, nuestra primera de riesgo por debajo de 100 y con una triple AAA de calificación.
Porque esa es otra. La prima de riesgo se vuelve a disparar. ¿Cómo? ¿Por qué? ¿No lo entienden los mercados? O más bien, es que son capaces de deducir, que con estos 100.000 millones, nuestra deuda pública se pondrá en porcentajes superiores al 90 % del PIB, que encima tendrán preferencia de cobro sobre el resto y “a más, a más”, cuando muchos bancos no puedan devolverla y tengamos el 70 u 80 % de un mojón de la leche (con perdón) y tengamos que devolverla nosotros, no tendremos con qué.
En resumen, hoy debo 5 y como no puedo pagarlos, pido prestados 6, para mañana pedir 7, hasta que no me den, o me den…. pero por otro lado también oscuro. Aunque para mí, que ya llevan tiempo dándonos. Que la fuerza os acompañe.