Con temor y respeto, se espera la llegada del viernes 13.   Un viernes 13, en el que esperamos que Mariano Rajo, cual Jason, emerja de las aguas del lago del Campamento Crystal, para indicarnos las sangrientas medidas que han venido recetadas desde Bruselas y que anticipó el pasado miércoles.

Receta que ya conocíamos, quizá no al céntimo, pero casi casi. Quien sea habitual lector de esta columna, las recordará: subida del IVA (al 21 y 10 %), “requeterebaja” del sueldo de los funcionarios (y van…) y recorte en la prestación por desempleo.  A grandes rasgos este es  el aceite de ricino recomendado.

Aceite de ricino, que no deja de ser, más que una reforma de los Presupuestos Generales para este año, cuando apenas llevan 10 días en funcionamiento (entraron en vigor el 2 de julio). Luego decimos que no entendemos como desconfían de nosotros, cuando no es muy descabellado pensar ¿cuándo esta gente de los toros y las faralaes, hagan los presupuestos de 2013, les van a durar más de 15 días sin retocar, o se los vamos a tener que enmendar de nuevo?

Seguimos empeñados (y con razón) en el que el BCE, compre nuestra deuda, para evitar que la prima de riesgo siga en máximos. Queremos a todas luces que nos ayuden. Pero ¿por qué no empezamos por ayudarnos nosotros mismos? ¿Por qué  no elaboramos y ejecutamos unos presupuestos creíbles de una santa vez y recortando donde es necesario hacerlo?

Estamos tratando de curar una tuberculosis con poner paños calientes y quién sabe si con buenas intenciones.  Porque las buenas intenciones, son como el valor en la mili, se les suponen, pero oyéndoles hablar a unos y a otros, uno empieza a tener sus dudas y me explico.

Hace cuatro días, nuestro “Marianico” (“el corto” o el que “recorta”, o más bien ambas cosas a la vez), sacaba pecho de su gestión del rescate en Bruselas. Rescate que él había exigido y que llegaría sin contraprestaciones.  Ahora comparece con el pecho metido para dentro, para decirnos que no dijo tal cosa, que igual nos pareció que lo dijera, pero que como lo iba a decir, que son cosas nuestras y que “a remangarse tocan”.

Por su parte, nuestro “Alfredico”  el “olvidadizo”, nos hace creer que no estuvo en el gobierno de ese genio de la política y las finanzas, al que llamábamos ZP. Nos dice, que él realmente, solo   pasaba por allí, pero  no tuvo nada que ver con lo que pasó o dejara de pasar.  Y que por tanto los recortes “no pasarán” y tampoco pasaron (lo de mayo de 2010 fue una aparición, un sueño como cuando Jason aparece del lago y arrastra a Alice).

Pero no se ponen las pilas, ni se ponen de acuerdo, para  recortan donde también hace falta, en la clase política. Se hace un anuncio irrisorio en el número de concejales, cuando sin ir más lejos en España hay un político cada 115 habitantes, (cada 837 en Alemania).

Nada se anuncia de  reestructurar de verdad la Administración Pública, de eliminar autonomías insostenibles, mini ayuntamientos, televisiones y empresas  públicas, asesores de confianza,  de que el Estado reasuma las competencias en Sanidad y Justicia y un largo etcétera que todos vemos cada día y que sin embargo, ellos en su ceguera habitual no lo ven.  Es más, puede que no lo vean hasta que se den cuenta que todos a su alrededor estamos  muertos, y  como Alice Hardy no tengan más remedio que decapitar a la madre de Jason. Que la fuerza os acompañe.