Blog de Pedro Toledo

Quizá haya elegido un mal momento “para dejar de fumar” o quizá no, quién sabe. Estoy rematando los flecos de un libro de cuyo nombre no quiero acordarme, en el que intentaré ayudar a los empresarios a superar los principales retos con que creo se van a encontrar en la próxima década.

Pues bien, cuando digo que quizá he elegido un mal momento, es porque parece que amenaza tormenta, borrasca, gota fría, dana o como quieras llamarlo. Como diría mi hermano, tenemos la vaca flaca entrando por la puerta. Como prueba un botón Alemania se ha contraído en el último trimestre y ya sabes que si las barbas de la Merkel ves pelar…

Pero además tenemos por un lado a nuestros políticos empeñados en que estamos votando cada dos por tres. Quién sabe si culpa de los unos, de los otros, de los de más allá o de todos. El caso es que hay un montón de decisiones importantes sin tomar y unos presupuestos prorrogados, que no se adaptan para nada a la situación actual. Casi no hace falta que diga, como afecta esto a tu empresa: incertidumbre sobre nuevos impuestos o sobre subidas/rebajas en los mismos, incertidumbre sobre nuevas normas laborales, etc. 


Photo by Zoltan Tasi on Unsplash

Por otro lado, se avecina un Brexit “alomecagoenlá”. Brexit que sin duda será muy dañino para nuestra economía, pese a que puede resultar gracioso e incluso ocurrente algún meme, como ese del que pilla un británico echando kétchup al jamón ibérico y dice que si no se van les echa él. Como decía, creo que no somos conscientes del daño que esto puede hacer a la Unión Europea y a España esta situación. Si encima tienes una empresa que se dedica a la exportación, al turismo o a la agricultura, sabes de sobre de lo que estamos hablando.

Otro de nuestros principales productos además del agrícola y del turismo (principales damnificados por el Brexit) es la automoción y claro ¿qué pasa con los coches? Pues que tenemos miedo a comprar algo que no nos va a servir, por los problemas del diésel, los vehículos eléctricos no desarrollados del todo y el coche autónomo asomando la patita por debajo de la puerta. O sea que el futuro del sector, pinta entre gris oscuro y negro. No nos engañemos y que no nos engañen, lo normal es que en apenas 8 o 10 años, los vehículos nuevos sean eléctricos y unos pocos años más autónomos.

Parece ser que el futuro del coche será similar al de los caballos, un artículo de lujo o de capricho para el que lo guste. Saldrá mucho más barato y mucho más cómodo el pedir un coche que me tenga que llevar a algún lado, me recoge, me suelta, me lleva, me trae, etc.

Hemos de combinar esto, con otras mini revoluciones en marcha o quizá no tan minis: la impresión 3D, la carne in vitro, las fakes news y la agricultura vertical.

Y para terminar una gran revolución: la robotización ¿habrá nuevos trabajos que suplan los que sin ninguna duda van a desaparecer a manos de robots? ¿de dónde va a sacar la gente el dinero para comprarnos? ¿se impondrá una renta básica como solución al desempleo? ¿está nuestra educación adaptada a esto? ¿los gigantes de internet se quedarán con todo? ¿estás automatizando/robotizando tu empresa? ¿están tus trabajadores adaptados/concienciados con la automatización/robotización?

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Y como decía aquel “a más a más” tenemos la insistente, persistente e inquisitiva mirada de la Agencia Tributaria o de la Inspección de Trabajo, ante normativas no siempre claras, pero siempre cambiantes y sobre todo inquietantes, tal y como hemos indicado en el punto sobre las elecciones.

Vamos que tenemos un “totu revolutum” como para que cualquier empresario se eché a temblar. Sin embargo, creo que la grandeza de Frodo nace de la oscuridad de Mordor. Es justo en esos momentos cuando surgen las más grandes oportunidades. Es ahora cuando se verá que no todo vale, que aquellas empresas, que lo hacen bien, verán maximizadas sus fortalezas para subsistir e impulsarse para crecer. Vamos a una época de darwinismo empresarial en estado puro.

Y es en esta época de darwinismo empresarial, cuando intentaré ayudarte poco a poco, semana a semana, desgranar estos temas y llevártelos a tu día a día, para que puedas superar los retos con los que, sin duda te vas a encontrar en la próxima década.

Próxima década en la que, pese a todo, el ser empresario será más que nunca un auténtico arte:

El Arte de Ser Empresario.